Domingo 08 de Marzo, 2020 – Leire Rueda y Alba Vivancos
Dedicado a la fuerza de abuelas, la valentía de madres y el coraje de todas las luchadoras que día tras día han batallado por los derechos de las mujeres.
Este domingo 8 de marzo, las calles de Madrid se han teñido de morado para reclamar la igualdad entre hombres y mujeres bajo el lema: “Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras”. Mujeres de todas las edades, niñas e incluso hombres han tomado un año más la capital acompañadas de cánticos, bailes, gritos y batucadas para reivindicar que, pese a los avances obtenidos, aún queda mucho por hacer en este asunto.
A día de hoy, según afirma eldiario.es (marzo, 2019), en España, una mujer gana al año, de media, 5.793 euros menos que un hombre que realiza el mismo trabajo. Este es un dato muy ligado a la ocupación femenina en los puestos directivos: solo 3 de cada 10 empresas españolas tienen a una mujer al frente de una dirección, y de media, suelen ocupar empleos de menor cualificación, y por tanto, reciben una menor compensación salarial.
En este 8M, cada quien lucía el color morado a su manera y durante todo el día, desde los pañuelos y prendas de ropa, hasta pelucas y globos de helio. Además, las principales calles de la ciudad se cerraron para las manifestaciones, cortando el paso a los vehículos por las arterias de Madrid. No faltaban motivos ni señales que hicieran saber que el día 8 de marzo a la ciudad de Madrid la invadiría el feminismo.
La jornada comenzó con una cacerolada nocturna en la Puerta del Sol a las 00:00h y continuó el domingo al mediodía con una concentración en este mismo lugar. Hacia las 17h, 120.000 personas con el mismo sentimiento e impregnadas de la fuerza y valentía de las que ya no están, se dieron cita en Atocha para comenzar la manifestación. A lo largo del camino hacia la Plaza de España, niñas de temprana edad -algunas vivían su primera protesta multitudinaria- vislumbraban asombradas y emocionadas el panorama impregnado de ropajes y accesorios violetas. El mismo Museo del Prado, que únicamente tiene expuestas seis obras de tres pintoras frente a sus 1627 obras expuestas, veía desfilar conmovidas a aquellas ancianas que años atrás defendieron con uñas y dientes su talento y validez y lograron imponerse en la sociedad. Durante la marcha, había quienes invocaron la imagen de sus referentes en el feminismo, en quienes se inspiraban. Así sucedió con Frida Kahlo, a quien llevaban en sus pancartas, sus mochilas o incluso lucían su icónico adorno floral en el pelo.
La fuente de Neptuno recibió a las manifestantes con gran fragor y cánticos como «Aquí estamos las feministas» mientras el sol comenzaba a ocultarse para dejar protagonismo a las mujeres que brillaban con luz propia. La luna llena tampoco quiso perderse esta jornada y resplandeció en el cielo durante toda la noche. El Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, se iluminó de morado al caer la noche y abrió las puertas de la capital a todas aquellas mujeres víctimas de violencia machista, del patriarcado y de una sociedad arcaica, que han podido sobrevivir y ayudar con su filosofía, sabiduría y experiencias a muchas compañeras.
A lo largo del camino hubo tiempo para las reivindicaciones feministas en el mundo del periodismo o del deporte y reinaron las alusiones sexuales y machistas que a día de hoy se siguen escuchando por todas partes. Las pancartas fueron el arma más utilizada para demandar y protestar. Jóvenes y mayores exhibían frases clásicas como: “Juntas y fuertes, feministas siempre”, “Somos el grito de las que ya no tienen voz” o “De camino a casa quiero ser libre, no valiente”; mientras que otras lo hacían de una forma más original y llamativa: “No es no, si quieres más flexibilidad apúntate a yoga”, “Sigo flipando por tener que protestar por esta puta mierda, “PatRIParcado” o “El machismo mata más que el coronavirus”; o incluso haciéndose eco de canciones y frases de sus referentes: “La libertad se aprende ejerciéndola” (Clara Campoamor) o “Te prefiero huracanada antes que desvalijada” (Javy Ramírez, Qué sabrá Neruda).
La Gran Vía abría paso al colofón final en la Plaza de España entre miradas de esperanza y de agradecimiento de mujeres de todas las generaciones, acompañadas por familias y más hombres que en otras ocasiones. Uno de los lemas más vociferados y con energía fue el “no es no, lo demás es violación”, en referencia a todas las agresiones sexuales y violaciones que ha causado el machismo. Unida a esta idea iba la frase “sola, borracha, quiero llegar a casa”, después de casos vividos como los de La Manada. Según fuentes del Ministerio del Interior, han sido 1.878 las denuncias por violación en 2019, 187 más que las registradas en 2018.
Entre todas las ideas que relucían, no podía faltar este año la referencia al tema actual del coronavirus, al cual muchas pancartas se dirigían con lemas como “el machismo mata más que el coronavirus”. En 2019 se reportaron 55 casos de asesinatos por violencia de género que se llevaron a mujeres como Rebeca Alexandra Cadete de 26 años. Esta cifra marca un repunte en comparación con los datos de 2017 y 2018, con 50 y 51 asesinatos respectivamente, según la estadística realizada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. En España se han registrado en total 1.033 asesinatos por dicha violencia desde 2003 hasta finales de 2019.
En el Día Internacional de la Mujer de 2018 se celebró la primera huelga feminista en España organizada por la Comisión del 8M -el órgano que agrupa las asambleas feministas del país- y hubo un parón laboral, de cuidados, estudiantil y de consumo durante toda la jornada y la manifestación madrileña reunió a 170.000 personas, según fuentes policiales y la Delegación del Gobierno. El año siguiente ocurrió lo mismo y más de 375.000 personas, salieron a las calles de Madrid durante una multitudinaria jornada para reivindicar sus derechos.
Este año no ha habido huelga general estatal puesto que, sumado a que el 8M ha sido domingo, desde las asambleas feministas no ha habido consenso. Esto se ha dejado notar en las manifestaciones, pues la Delegación del Gobierno cifra la movilización en 120.000 asistentes. Además, el miedo al contagio por coronavirus ha sido un factor muy a tomar en cuenta por los manifestantes, pues incluso algunos acudieron con mascarillas en los rostros. Pero estos no han sido motivos para dejar de llenar puntos emblemáticos de la capital como Atocha, Cibeles o la Gran Vía.
Sin lugar a dudas, el 8M del año pasado fue un gran punto de inflexión hacia la reflexión del movimiento feminista y desde entonces no se han dejado de escuchar mensajes de compañerismo y unidad durante toda la jornada como «todos los días del año son importantes para garantizar la igualdad de derechos y oportunidades».
Leire Rueda y Alba Vivancos
Galería de imágenes del 8M / Alba Vivancos:
Portadas de los diarios españoles más importantes el 9 de marzo de 2020:
El Desván 